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Ayer me hicisteis muchos obsequios, demostrando todo tu aprecio y cariño.
Una acuarela tan hermosa, pintada por ti misma, inmortalizó uno de los días especiales que he pasado a tu lado y cada día a tu lado ha sido especial, único, pleno, maravilloso y surrealista.
También me regalaste una piedra roja, que simboliza la firmeza y calidez de nuestra relación.
Yo solo puedo regalarte mi corazón y mi eterno amor.
Oh mi amor, aquellos juguetes que trajiste, prendieron fuego a nuestra cama. Pero mi mayor regalo eres tú, presente en mi vida, en mí ahora. Sin pensar en el mañana, hoy vivimos, con la sed de un náufrago, la lujuria de los enamorados, el miedo de una virgen, la alegría de un niño abriendo sus regalos de cumpleaños, la gratitud de un pescador, el abrazo de un amigo, el amor de la mamá al recibir a su bebé recién nacido y mi renovado placer cada vez que la recibo en mis brazos, como si fuera la primera vez.
Devolviste el pedazo de mí, la mitad de mí que se perdió de mí mismo y vagó tristemente por los callejones y calles oscuras sin norte, sin dirección.
Eres mi faro, mi guía, mi alegría, mi niña, mi razón de existir. Soy tu amor, tu hombre, tu niño, tu nada y todo.
Somos uno cuando estamos juntos, pero dos seres libres y diferentes, que comparten sueños, miedos, esperanzas, locuras, deseos, placeres y alegrías.
Mi puerta siempre estará abierta para ti, para que puedas entrar y salir libremente. Tú no eres mía y yo no soy tuyo. Somos el uno del otro: tú, yo y nosotros. Tan diferentes e iguales que nadie podrá jamás entender nuestra comunión. Eso trasciende el mundo real y, como en una pintura de Dalí, rompe tabúes y clichés sociales sombríos, temporales y morales.
Somos lo que queremos ser. Viajeros libres, sueltos, con los pies en la tierra y la mente en las nubes. Repleto de viejas canciones que hablan de amor, dolor, odio, miedos, placer, inseguridad, sexo, viajes.
El poeta celebró su amor fugaz afirmando su temporalidad: "Que sea eterno mientras dure...". El nuestro durará para siempre. Porque, incluso lejos, seguiremos amándonos. Nuestra relación ancestral, extrapola convenciones, estándares y todo.
Estás tatuado en mi espíritu, encarnada en mi cuerpo. Tú eres la dueña de mi cabeza, que, aun siendo libre, la desea todos los días, como si fuera por la primera vez.
Te amo hoy y siempre te amaré cariño. Te extraño y te quiero mucho.
- Autor: Jessé Ojuara (Pseudónimo ( Offline)
- Publicado: 27 de junho de 2021 12:42
- Categoria: Amor
- Visualizações: 17
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