Estefany

Un orgullo haberte conocido

En el vaivén del tiempo compartido, brotó tu luz como un verso escondido.

Yo moría por las sombras del silencio, sin saber que tu voz era el alivio.

Gritaba, lloraba… y ahí te vi, mi mano amiga, como un faro en la niebla que no obliga,

pero guía sin ruido, sin castigo, curando con ternura lo que hostiga.

Me di cuenta que una linda semilla brotaba en mi pecho sin medida,

floreció entre dolores y matices, una esperanza en días grises.

Me llevaste del corazón, y yo, como rosa, seguía tu luz sin temor.

Te llegué a querer, y a pesar de mi historia, me sacaste una sonrisa llena de gloria.

Yo sé que como tú, mi luz en oscuridad, no encontraré igual, ni en eternidad.

Y aunque el tiempo insista en alejarte, tu huella vive en mi realidad constante.

Y con emoción puedo decir, sin desvío: es un orgullo haberte conocido, amigo mío.