Negro Creído
Aunque me llamen negro creído,
mi piel es un lienzo de historia,
un mapa de lucha y resistencia,
un grito de libertad que se repite en cada latido.
Mis ojos, ventanas a un alma profunda,
reflejan el dolor de siglos de opresión,
pero también la fuerza de un espíritu indomable,
la llama de la esperanza que nunca se apaga.
No me avergüenzo de mi color,
ni de mi voz que se alza con orgullo,
soy negro, sí, y creído en mi valor,
en mi derecho a soñar y a ser libre en este mundo.
Las palabras que me lanzan,
son piedras que caen en el vacío,
no pueden apagar la luz que llevo dentro,
ni borrar la verdad que se revela en mi poesía.
Soy negro, creído y orgulloso,
un guerrero de la vida, un poeta de la verdad,
y aunque me llamen con nombres hirientes,
mi voz seguirá resonando, fuerte y sin miedo, hasta la eternidad.